Hasta hace un par de años, a pesar de la estación, todavía era posible el alejarte del bullicio sin tener que caminar mucho rato. Sin embargo, las pistas han ido extendiéndose en los últimos tiempos y devorando las pocas laderas vírgenes que quedaban. Hace tiempo dije que yo seguiría haciendo esquí de montaña en esas laderas por mucha pilona que hubiera, lo que pasa es que la mayoría de las veces no es muy agradable el que te pasen al lado a toda ostia y con cara de alucinados al ver y no comprender como puede haber alguien que ascienda con su propio esfuerzo en vez de coger remontes, sillas o arrastres, resultado: pues que no suelo acercarme mucho a las pistas.
El sábado pasado decidí tapar mis ojos y orejas y me fui a foquear un rato por la zona de Formigal. Mas de lo mismo, tablerosfumadosdescontroladosenseñandoelcalzoncillo, borjamarisconlapielrequemadaycarademapache, señoronasconmodelosfosforitosalaúltima y en general mucho ruido, follón,... vamos, todo lo que tiene que ver con la montaña. Por suerte al cabo de un rato me alejé de lo artificial y ya estábamos el monte y yo. Después de llevar un rato sudando cual fue mi sorpresa al divisar a lo lejos unos carteles indicadores. Conforme me fui acercando y distinguiendo el verde corporativo de la imagen de Aramón comencé a entender. Seguí avanzando alejado de cualquier rastro humano y al salir de una canal y llegar a un collado me encuentro otro cartel (estoy a una hora mas o menos de cualquier pista). En el conviven indicadores que, hacia un lado señalan hacia los Ibones de Anayet (hasta ahí bien) y hacia el otro lado las pistas de Espelunciecha. No se si es que ya no me trago nada de esta gente pero el que se intente tapar el chandrio que hay un poco mas abajo con un supuesto respeto medioambiental balizando recorridos me parece de lo mas cutre. Aun voy mas allá.... no será que el monstruo Formigal quiere seguir extendiéndose cada vez mas y mas arriba copando cualquier ladera, cuesta, colina o valle?
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