Retomo la actividad con las últimas cosillas que he ido haciendo, que tampoco son muchas, la Semana Santa y alguna escapadilla fantasma...os cuento...
SEMANA SANTA EN BENÁS
Estoy totálmente enganchado al esquí de montaña. Este invierno ha sido el primero en el que realmente he notado solvencia real a la hora de afrontar situaciones mas complicadas (no se resuelven con estilo pero si con seguridad), y esto te permite disfrutar mucho mas.
Llegamos a Benás con muchas ganas de hacer cosicas aunque últimamente, cada vez que espero una fecha para hacer esquí de travesía, el tiempo me da un puñetazo en los morros en forma de lluvia, tormentas y temporales. Aun así un par de periodos de calma en los días de Semana Santa nos permitieron quitarnos el mono. El primer día nos tuvimos que contentar con foquear en el borde de las pistas de esquí de Cerler, y el segundo, y el mejor, disfrutamos de una nieve alucinante en la zona de los Ibones de Gorgutes. Eso si, previa porteada bastante incómoda en la primera parte de bosque.
La Bárbara con las tablas a la espalda en el comienzo del bosque ¿Qué prefieres portear o jurar como una camionera?
Abriendo huella.
El Nublo disfruta como el que más.
El último tramo antes de llegar a los ibones.
Barbara molándose.Después de esto hubo dos días de ventisca, lluvia y mucho viento, vamos que la cosa no estaba como para hacer mucha historia... el día de marchar amaneció con una nevada increíble en Benasque. El mal tiempo seguía pero ya era hora de volver a Zaragoza...
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