Tuvimos de todo, playa, bici, monte a lo bruto, comida, cerveza, mas monte, furgo, mas playa... en fin completico el viaje oye!
La verdad es que el viaje fue mucho mas fácil gracias a la flamante Vivaro del JJ (pobrecica, que mal lo está pasando ahora) que nos proporcionó la autonomía suficiente para dormir y apalancarnos donde queríamos. Cierto es que la currada del Chusé fue campeona y había hecho un plannig exhaustivo de campings y sitios de obligada visita. Por si fuera poco se jamó la kilometrada entera y verdadera pues un servidor estaba en proceso de sacarse el carnez (tardano que es uno).
Nuestra andadura comienza en Andorra (al JJ que le mola este país y que ponen ruedas nuevas a mejor precio) pasando por los Paisos Catalans, Los Países Cátaros (tierra de mis ancestros) y Costa del Mediterraneo, concretamente en un pueblo al sur de Marsella llamado Sete (Seta en occitano).
Pasamos la primera noche en un camping de luxe y pusimos dirección a nuestro verdadero objetivo, las montañas.
Nuestra siguiente etapa fue en las estribaciones de los Alpes, las sierras que se encuentran en torno a Grenoble. Alucinamos bastante de la tranquilidad de sus pueblos, de los prados verdes repletos de vacas,...
Pont en Royans. Un rincón alucinante. Casas colgadas sobre el río como en Cuenca en mitad de bosques inmensos. Un sitio al que merecería la pena volver en plan tranquilo a pegarte una semana para no hacer nada.
Esa misma tarde paramos en un pueblo llamado Villard de Lans (???!!). Un camping pequeño pero muy guapo y a comenzar a planificar las andadas que había que poner los músculos a punto para cuando llegaran las cosas serias.
Nuestra primera cumbre, La Madelaine una cima modesta pero con un entorno de flipar,... la verdad es que creo que fueron casi 1000mts de desnivel que para calentar las piernas no está mal. Durante la subida vimos algún cartel en el que prevenían de la existencia de lobos... la verdad es que acojonaba bastante el tema... no vimos ninguno.
Al día siguiente camino hacia Chamonix (Cham que dicen los gabachos que se molan), previa metida de pata en Grenoble y es que con semejante copiloto no se pued e ir a ninguna parte. Al final lo solucionamos con bastante suerte y pusimos dirección a nuestro ansiado objetivo.
Cuando te acercas a Chamonix, poco a poco te vas dando cuenta de las dimensiones de todo. Incluso las montañas de menor altura son tremendas pero el impacto a lo bruto te lo llevas cuando estas casi en el propio Chamonix. A la izquierda de la carretera aparece el Glaciar de Bossons...La dosis de Alpes que te comes nada mas llegar es....en fin sin palabras.
El camping en el que estuvimos tenía una mezcla de autocaravanas de familias de ingleses, con tiendas y furgonetas de montañeros de todos los lugares del mundo (japoneses, italianos, vascos, franceses,...
Si te dabas una vuelta por el camping siempre podías ver a un montón de gente mirando a las cumbres, haciendo fotos, o señalando diciendo de carrerilla los nombres de agujas, macizos, glaciares, corredores,...y la verdad es que no era para menos. Juzgar por vosotros mismos.
Al atardecer, las últimas luces iluminaban las Grandes Jorasses y atraían las miradas de todo el mundo.
Como parte de la puesta a punto, uno de los días nos subimos a los Lacs Noirs con la intención añadida de hacer alguna foto de la zona del Mont Blanc. El caso es que las nubes solo nos dejaron imaginar lo que había tras ellas... de todas maneras el paisaje era incrible. Aun así se vislumbraban partes del Glaciar de Argentiere y de Bossons... sin comentarios.
Uno de los Lacs Noirs y el Glaciar de Bossons detrás, si no hubiese habido nubes se vería el Mont Blanc a lo bruto.
Vimos un montón de cabras de estas. Tenían bastante morro y no se alejaban demasiado de los caminos por los que iba la gente andando.
Cuando bajabamos del monte, vueltecica por Cham, alcahueteo por las tiendas de monte y a cenar al camping que los gabachos cierran todo superpronto.
Lo de la cocina, pues la verdad es que el JJ se lo curraba bastante, pero eso no es novedad... ya sabemos que el mozo tiene mano para el tema.
... y al día siguiente, ... carretera y manta y a Zermatt. Se acercaba la hora de afrontar nuestro primer reto serio, la subida al Breithorn.
Pillamos el forfait de la cabina que te sube al Klein Matterhorn al al señor del camping (abuelete, con pelo blanco y camisa de cuadros) y que hablaba ingles, francés, alemán, italiano, castellano y seguramente alguno mas y empezamos a preparar el material para el día siguiente. Siempre me pasa, cuando me estoy preparando la mochila para la actividad del día siguiente, no puedo evitar el ponerme nervioso en mas o menos medida, dependiendo de la dificultad que se vaya a realizar... imaginaos como estaba con mi primer 4.000, menos mal que el vino de la cena ayudo bastante a que me relajara.
Las palas que te encuentras no tienen mucha historia si estás acostumbrado a desenvolverte en terreno nevado. La huella es clara y si bien la mayoría de los grupos iban encordados, nosotros valoramos el no hacerlo para avanzar un poco mas ligeros. Alguna grieta te hacía el ir un poco mas atento pero cuando la cordada que llevabamos delante de nosotros paró nos dimos cuenta de que estábamos en la cumbre del nuestro primer 4.000 (aun tuvimos que preguntar al guía italiano de ese grupo para asegurarnos). Fotos, emoción, abrazos y sobre todo mucho frío. El viento arrancaba costras de hielo que salían volando del suelo hacia arriba y alguna te daba algún guarrazo en la cara. Calculo que estaríamos en la cima un cuarto de hora mas o menos y empezamos a bajar. Yo no se como iría JJ pero yo estaba feliz y con ganas de contárselo a todo el mundo.
Para llegar a Zermatt la mañana de la ascensión cogimos el tren en Tasch a las 5 de la mañana.
Supongo que por la euforia, nuestro cuerpo no se había resentido demasiado y como JJ se veía bien para conducir, esa misma tarde emprendimos camino hacia nuestra proxima parada...el Valle de Aosta en Italia.
Soba de carretera otra vez con puerto mítico de montaña de por medio.
Un tiempo de perros no recibe en Aosta y sin decir nada empezamos a pensar que mañana va ser día de descanso forzado y que nos esperan muchas horas de furgo y aburrimiento,... pues nada oye...
Lo que os decía, visto el panorama y con poca esperanza de hacer al día siguiente nada nos dedicamos a meterle ferrete al jamón y a la cerveza. 3 pisos de bocata tu!!!
El Gran Paradiso es un señor monte, sin ser difícil tecnicamente, es obligatorio el hacerlo en dos etapas haciendo noche en el V. Emanuelle. Estamos hablando de 700mts de desnivel hasta el refugio y 1.350mts del refugio a la cumbre...Por lo tanto hay que estar en buena forma física, unicamente tiene una dificultad, su ultimo tramo de cresta tiene un paso muy aereo que la gente suele pasar asegurada.
Son las 4h de la mañana y se empieza a oir el ajetreo de cremalleras y mochilas en la habitación. Es la señal ha llegado el gran momento. Nos preparamos rapidamente, nos obligamos a comer algo a nosotros mismos (a esas horas no entra gran cosa), nos abrigamos y con los frontales puestos comenzamos a andar. La fila de lucecitas se pierde a lo lejos (jodo! hay gente que se ha levantado realmente pronto!!). La noche está despejada y cuando empieza a amanecer se agrdecen los primeros rayos de sol para ir reaccionando. El camino discurre entre rocas hasta el comienzo del glaciar. Allí todo el mundo se calza los pinchos. Aquí la cosa cambia con los crampones recien puestos te encuentras una pala bastante inclinada que te da una colleja y te avisa de donde estás, así que de tonterías nada!! Una vez mas todo el mundo avanza encordado y una vez mas somos los únicos que no lo consideramos oportuno no se si acertada o desacertadamente. Avanzamos ligeros sorteando alguna grieta que otra y alcanzando a cordadas mas lentas. El día soleado que pensabamos que iba a hacer se ha vuelto en una nube que nos envuelve y que hace bajar la temperatura del ambiente. Aun así avanzamos ahora ya metidos en la huella y detras de otras cordadas. Cuando llegamos al collado, no se ve absolutamente nada. La progresion por la cresta no es de momento dificil aunque hay que estar atento para que no te pisen las manos con los crampones y te las conviertan en carne picada. Lo que si se empieza es el cansancio y que por culpa del mal tiempo no hemos podido parar a comer nada y casi no hemos bebido. Por fin llegamos al paso clave, la cima está a la vista. El paso consiste en un tramo de pared con caida directa al vacío. No me lo pienso mucho y comienzo a avanzar, me ayudo de algunos cintajos que hay en la pared y supero el paso rapidamente no por facilidad sino para hacer el mal trago lo mas corto posible. Estoy en la cima y justo en ese momento no hay nadie mas. A los pocos minutos coincido con un guía español que lleva a una pareja de San Sebastián. Casualidades de la vida, charlando sacamos que será profesor mío en Benasque. Hace mucho frío y no es cuestión de quedarse demasiado tiempo, fotos y ala! a deshacer el pasito de marras. A la vuelta me resulta menos dificultoso, pienso que me ayuda el no ver el patio debido a la niebla espesa que me rodea. Cuando vuelvo me encuentro a JJ jodido de frío. Emprendemos el descenso.
Conforme fuimos bajando, el cansancio se fue notando y llegamos a despistarnos un poco del camino debido a la mala visibilidad. Como anécdota contaros la bronca gratuita de un guía italiano por no ir atados. Mas tarde dándole vueltas al tema, pensamos que pese a que siempre hay cierto peligro, en el Gran Paradiso, si no te vas de la huella, este se minimiza bastante. La mayoría de los grupos iban atados, y la mayoría estaba formado por guías y sus clientes. El ir encordado, aparte de por razones de seguridad, forma parte de un atractivo mas que se aporta a la actividad por parte del guía.... y claro el ver que dos tíos van por ahí sueltos pues desprestigia un poco su labor... de todas maneras... tambien le echan un poco de morro, en Zermatt en se vendía la actividad por 700 Euros!!!!
Volviendo al descenso, a pesar del cansancio decidimos bajar directamente al camping y relajarnos definitivamente... pequeño fallo, el esfuerzo pasó factura en la rodilla de JJ y la bajada fue un poco mas lenta de lo normal(aun así, con dos cojones y un Red Bull llego al Pont). Una vez en la furgo, satisfechos, contentos y muy cansados nos dedicamos a darle gusto al cuerpo (no sacar de contexto).
Con los deberes hechos (y la tripica llena) emprendimos viaje hacia Courmayeur, la otra capital del alpinismo, en la cara italiana del Mont Blanc. Ambiente diferente a Chamonix, mas parecido a Zermatt. Mas papeo, mas cerveza, mas alcahueteo y turisteo puro y duro.
Desde Courmayeur empezamos el camino de vuelta a Xpaña con la intención de acabar igual que habiamos empezado,... ala al mar otra vez! Antes tendriamos que hacer escala en un pueblo (no me acuerdo como se llamaba) tras pasar con la furgo varios puertos de montaña de los que salen en el Tour.
Ah!... de los placeres mundanos.
2 comentarios:
Majo el viaje.
Toda una vida se me parece.
Esos cabezos son impresionantes
1000 GRACIAS CARLOS!!!
UNA MARAVILLA TU RELATO CON TUS FOTOS.ES GENIAL RECORDARLO UNA Y MIL VECES POR LO BUENO QUE FUE EL VIAJE Y POR LO BIEN QUE NOS ENTENDIMOS, NOS CONOCEMOS HACE 18 AÑOS ,PERO EL SÍNDROME DE CONVIVENCIA PODÍA HABER ATACADO Y + NO TENIENDO CONTACTO A DIARIO POR VIVIR UNO EN CADA LADO.
DE HABER SEGUIDO VIVIENDO EN ZGZ, EL VIAJE SE HABRÍA HECHO ANTES Y CON ,QUIZÁ + NIVEL EN EL RETO, PERO COMO ENTRADA A LOS ALPES POR 1ªVEZ FUÉ MUY BUENO.GENIAL
UN ABRAZO FUERTE !!!
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