Nuevas experiencias, viejos camaradas...

El paso de los años muchas veces provoca que pierdas ilusión por cosas que antes considerabas muy importantes. Supongo que forma parte de ir haciéndote viejo. Nadie esta libre de ese hecho aunque creo que la manera en que te afecte está relacionada con el cómo asumimos el inevitable avance de la vida. Por suerte, y haciendo un poco de balance, creo que casi siempre he encontrado algo con lo que dar un "sabor especial" a lo cotidiano.
El ir al monte, que ciertamente ha sido durante mucho tiempo algo bastante cotidiano, ha ido cambiando conforme he ido añadiendo numeros a mi edad. Muy atrás quedo la etapa en la que lo estríctamente deportivo y el conseguir "grandes hazañas" que incluir en tu curriculum era lo que más importaba. En mi caso la evolución es lógica y paralela al ir consiguiendo un cuerpo mas "experto" en dolores y pequeños achaques. Muchos lo consideraran una versión actualizada del "apoltronamiento" y del "que agonías eres" pero es que ahora me llenan otras cosas. Qué nadie se asuste, simplemente yo marco mis retos...
El 27 de julio pasado añadí un dígito más a mi existencia humana... Cumplir años puede llegar a convertirse en algo rutinario si nos nos empeñamos en evitarlo. Y hay que hacerlo!!! Una persona muy cercana me dice frecuentemente que la vida son "4 días"..., hay que esforzarse en que esos días estén "bien vividos" si me permitís la expresión. El día de mi 41 cumpleaños fue un día "muy bien vivido" que añadir a mi mochila de "días bien vividos" gracias a la gente con la que tuve la suerte de compartirlo.
Esto es un retazo de lo que pasó ese día, gracias hermanos lobos...

Premoniciones?

No suelo hablar de estas cosas con mucha gente. Más bien con casi nadie. Hace algo más de un año encontré este vídeo en VIMEO. No imaginaba lo premonitorio que iba a llegar a ser. Desde entonces no había tenido fuerza para volver a verlo.

Last Minutes with ODEN from Eliot Rausch on Vimeo.